Entre las habilidades necesarias para obtener buenos resultados en la decoración de un dormitorio o recámara infantil las más importantes son tener una gran imaginación y una gran capacidad de adaptación y flexibilidad para satisfacer las exigencias del crecimiento de los hijos.
A menudo los especialistas en educación infantil o los diseñadores de interiores cometen el error de no tomar en cuenta los aspectos básicos necesarios para lograr una decoración de dormitorio para niños de manera adecuada. En este, caso la experiencia de un padre vale más que la pericia técnica o muchos años de estudios teóricos en pedagogía. Bastaría por empezar por un concepto fundamental: todos los niños no tienen las mismas necesidades.
Para decorar una recámara infantil, los padres deben entender que su niño necesita espacios que sean bastante amplios, tranquilos y dotados de características que puedan facilitar su crecimiento intelectual. Es fundamental la privacidad, sobretodo en edades delicadas, por ejemplo, la adolescencia.
Flexibilidad en la Decoración de Recámaras Infantiles
La palabra clave en la decoración de recámaras infantiles debe ser flexibilidad.
El crecimiento de un niño puede ocurrir facilmente en cuestión de un par de años, los gustos e intereses cambiarán. Esto determina que a menudo sea necesario tener que hacer modificaciones en la decoración interior de la recámara, en algunas ocasiones basta añadiendo un mueble, como un escritorio.
Para hacer cambios con facilidad y mantener una cierta línea principal de la decoración es bueno pensar desde el principio en los diferentes cambios que llevará dentro de unos años, a fin de no estar desprevenidos, y encontrarse por ejemplo con un mueble tan grande que no se pueda mover en otra posición.
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