Cuando se habla de alfombras en el dormitorio primero debemos distinguir si se trata de un dormitorio matrimonial, simple o doble. Además hay que evaluar si son habitaciones para niños, jóvenes adolescentes o incluso un área para dormir en la sala de estar (como en todos los monoambientes), ya que cada una de estas diferentes situaciones se presta a diferentes diseños de alfombras, no sólo en lo que respecta la forma, color, patrones y materiales, sino también por el diferente uso que se le dará.
En cualquier habitación de la casa que se decida colocar, las alfombras son siempre un accesorio decorativo de gran importancia, capaces de dar un toque personal, dando color, calidez y una sensación acogedora y familiar a los ambientes.
En la actualidad, en los dormitorios matrimoniales, por el espacio disponible es difícil colocar diseños de alfombras de grandes dimensiones, por lo que generalmente la elección de alfombras para decorar una habitación recae en las llamadas "alfombras para pie de cama", colocadas en algún lado de la cama, por lo general, en el lugar donde se posan los pies al ponerse de pie, y así aunque se este con los pies descalzos no se sentirá esa sensación molesta de frío al entrar en contacto con el suelo. Estos tipos de alfombras por lo general son estrechas y largas, pero sobre todo cálidas y suaves, y si hay espacio pueden estar acompañadas por una alfombra adicional de la misma clase, tal vez un poco más grande.
También se puede, alternativamente, colocar la cama por encima de una alfombra de grandes dimensiones que la rodee en sus tres lados, que sobresalga al menos 60 cm por lado y teniendo las dos patas hacia la cabecera, esta solución es preferible si a los pies de la cama hay más de un metro de espacio libre o es también ideal si la cama es grande y se coloca en el centro de la habitación. Si en cambio tenemos a nuestra disposición un dormitorio grande, en el que se ha organizado un espacio dedicado al relax, con un sofá, una silla o un chaise longue, entonces una gran alfombra será perfecta para darle distinción a esta área.
Cuando las zonas de estar y de dormir son una sola es mejor evitar las alfombras tradicionales y optar por una alfombra cuadrada o rectangular que se coloque delante de (pero no por debajo!) los pies de la cama, tal vez adornada con cojines de varios tamaños y cómodos pufs, de esta forma podemos convertir nuestra cama en sofá, como un asiento alternativo, pero siempre cuidando que no de la sensación de dormitorio, si es posible.
En cualquier caso, la elección relacionada con el estilo de la alfombra, el diseño antiguo o moderno, el color, la intensidad y el material depende de factores de gusto personal, y no necesariamente ligados al tipo de muebles, incluso si combinan y son de estilos contrastantes pueden ayudar a darle ese toque original a toda nuestra habitación.
En los dormitorios de los niños la alfombra es realmente un accesorio indispensable, no sólo porque tiene una función estética innegable, sino también porque es el lugar ideal para los momentos de juego de nuestros pequeños donde acompañarlos a dar sus primeros movimientos.
En el mercado hay realmente un sin fin de alfombras diseñadas especialmente para los niños, todas muy bonitas, alfombras temáticas con diseños de personajes infantiles, dibujos animados, motivos geométricos, alfombras muy alegres y divertidas.
Lo importante del decorar dormitorios con alfombras es que gracias a la presencia de ellas se creará en la habitación un espacio amplio y confortable, con colores brillantes y vivos, resultando atractivo, estimulante al juego y al desarrollo de la imaginación, pero sobre todo es fundamental que la alfombra sea de buena calidad, de manera que sea segura y perdure en el tiempo y resista a las incursiones y las actividades de los niños. Por eso por lo general las alfombras creadas especialmente para los niños son fáciles de mantener, anti-alérgicas y anti-ácaros, a fin de garantizar una higiene adecuada y dar tranquilidad a los padres. Pero si nuestros hijos ya no son niños también está bien decidir poner por lo menos una alfombra en la habitación, que será elegida no sólo en función del tamaño del dormitorio, sino también de acuerdo a su gusto y disposición de los muebles.
Fotos: Stella Tappeti
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