Concebir una casa como un espacio para embellecer en cada mínimo detalle y generar curiosidad y estupor a quien vive y a quien la frecuenta, estos son en resumen los elementos básicos que caracterizan al estilo decorativo.
Quien ama la decoración y declara su preferencia por todo aquello que resulta accesorio, no esencial pero no por ello desagradable o la demasía mejorar o enriquecer cada ángulo de la casa sin dejar de lado cada mínimo detalle. El termino DECO, proviene del latín decus, que indica belleza en general.
A las paredes se le pueden insertar hermosos revestimientos, con papeles pintados o papel tapiz, losas de mármol, enchape o tallados de madera o también telas especiales, decorar con espejos o cuadros en base al gusto de quien habita la vivienda.
Los suelos, donde generalmente se representan figuras geométricas o de otro tipo vienen embellecidos con preciosas alfombras orientales, modernas o antiguas.
A quien gusta los abanicos, estos pueden ser usados como adornos cerca a una chimenea, tal vez colocados en marcos, cerca a viejas fotografías u otros objetos raros u originales.
No es fácil seguir el estilo decorativo, porque se corre el riesgo de caer en el exceso, en lo bizarro y muchas veces en el mal gusto. Una excesiva ganas de exhibir, podría dar lugar a una decoración grotesca.
Combinar muebles antiguos de épocas diferentes, además podría revelar los limites de quien decora: aquí también se necesita tomar decisiones precisas, buscando de separar los grabados en cobre, de aquellos de la madera, porque el efecto decorativo y el impacto artístico, son muy diferentes entre ellos y se riesga así de crear contrastes del todo inapropiados.
Además la luz artificial es de vital importancia para valorizar y acentuar cada singular objeto que de otra forma podría ser sofocado por el sentido de llenura que caracteriza un ambiente decorado en este estilo.
El estilo decorativo, es muy creativo, opuesto por lo ecléctico, de manera que toma prestado gran número de referencias de estilos muy particulares para posteriormente mezclarlos y conseguir un gran efecto.
El estilo decorativo, es muy creativo, opuesto por lo ecléctico, de manera que toma prestado gran número de referencias de estilos muy particulares para posteriormente mezclarlos y conseguir un gran efecto.
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