Si bien es cierto el buen gusto no se aprende, también es verdad que, siguiendo unos sencillos trucos es posible aprender el estilo, que ayuda a decorar una sala de estar de manera inteligente y funcional al igual que cualquier otro ambiente de la casa.
Independientemente del estilo decorativo al que se orienta su gusto personal, ya sea étnico o country, moderno o clásico, rústico o minimalista, usted siempre debe tratar de decorar con armonía y con cierta neutralidad la sala o salón, y dejar a los acentos de color, el mueble original, el objeto de diseño u obra de arte la tarea de darle a la decoración de interiores ese toque especial que refleja su carácter y su personalidad.
Esto le permitirá poder cambiar de un estilo decorativo a otro sin sentirse demasiado atrapado en el interior de un único 'mandamiento' y, sobre todo, sin correr el riesgo de crear la famosa maraña de estilos y colores que caracterizan a los hogares cuya decoración se concentra demasiado en un sólo estilo, del que después se cansan rápidamente y tratan de remediar mediante la inserción de elementos de estilos a menudo opuestos y contrastantes.
Es bueno tener siempre en cuenta esta recomendación para decidir, por ejemplo, el color de las paredes o la forma y el estilo del sofá, considerando el hecho de que un buen sofá requiere una inversión financiera considerable y difícilmente puede ser reemplazado cada seis meses y que del mismo modo no es fácil ni conveniente poner la casa patas arriba para cambiar el color demasiado encendido que no soportamos más.
Una vez decidida la base neutro (como el gris), usted puede escoger una lámpara especial, una mesa de café original, una la pintura abstracta de colores, la escultura de arte moderno o sillas de última moda que son más fáciles de reemplazar, mover o incluso vender si su gusto cambia y se orienta hacia otro estilo de decoración.
La moderación es siempre el mejor punto de partida cuando se habla de decoración de interiores ya que permite siempre dar, con poco esfuerzo, un pequeño paso atrás y empezar de nuevo, cambiar, sustituir o eliminar. El gusto personal dificilmente es estático, y a menudo cambia con la evolución y cambios de moda, las tendencias de diseño y de los colores.
Un ejemplo práctico? Un sofá beige, gris o negro puede ser decorado con cojines lila, cojines de color naranja, con cojines azules en verano y bordeaux en invierno, acompañando mes tras mes, año tras año, sin nunca llegar a pasar de moda.
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