Decorar las paredes con objetos

La decoración de paredes muchas veces se limita a la colocación de cuadros y espejos, como sino existieran otras alternativas y objetos como: alfombras, relojes, platos etc. Incluso, si sólo nos concentrarnos en decorar las paredes con cuadros y espejos, hay múltiples soluciones decorativas: un cuadro puede tener diferentes tamaños y formas, los colores de los marcos y de la imagen pintada pueden variar y dar un toque diferente en diversos ambientes.

Los cuadros de imágenes clásicas, religiosas, paisajísticos o mitológicos quedan bien en ambientes tradicionales y rústicos, mientras que los abstractos y coloridos en estancias de estilo moderno y contemporáneo.

Otra posible elección para decorar las paredes es colocar simplemente el cuadro o apoyarlo en el suelo, como es la tendencia de los últimos años. 

Los espejos también pueden tener diferente molduras, formas mas o menos geométricas que podrán adaptarse a una decoración minimalista. Enmarcados en estilo barroco, decorarán muy bien las casas de estilo clásico.

Antes de elegir el objeto es bueno evaluar el aspecto cromático de las paredes para poder colgar y combinar lo que mejor quede en la habitación, también es importante la arquitectura: de hecho, hay varios tipos de paredes con acabados que cambiarán el aspecto final, hay paredes lisas o rugosas, con espátula, a base de arena, arcilla, cal y otros materiales. Sin embargo, el color es el elemento más significativo que no debe ser necesariamente igual en todas las paredes, puede variar de grado o color.

Independientemente de la elección, del gusto personal o de la combinación de colores hay reglas generales que se deben tener presentes si se quiere decorar las paredes con objetos.

De hecho, si el objeto es grande no lo cuelgue o ponga sobre muebles muy pequeños, esto para no crear un efecto de encogimiento de abajo hacia arriba que iría en contra de las reglas de la perspectiva.

Al lado de objetos grandes como cuadros, esculturas, espejos, debe colocarse otro de tamaño similar o ligeramente más grande para equilibrar el espacio, porque si la habitación no es muy amplia este segundo objeto sofocaría demasiado la superficie restante. De todas maneras se pueden combinar un gran número de pequeños objetos.

Hay que tener mucho cuidado en la cantidad de objetos y buscar la posición más adecuada para colgarlos: un espejo muy ancho debe colocarse en posición central y eventualmente debe estar acompañado de otros pequeños elementos decorativos, pero jamás dejarlo de lado en una esquina, para no crear un contraste excesivo; además del tamaño también la luz de la habitación sea natural o artificial y la relación que el objeto tendrá con ella  influenciará en la posición más adecuada. Según esto último, debe saber que nunca debemos poner un espejo frente a una ventana, para no crear fastidiosos efectos de luz y reflejos, incluso en el caso se cuelguen alfombras no se deben exponer al contacto directo con la luz del sol, porque que dañarían los tejidos haciéndolos tomar un color amarillento.

Foto: Donnamoderna