Importancia del color en la decoración de interiores

Importancia del color en la decoración interior

Como al hacer un cuadro, definir el color en la decoración interior de una habitación determina no sólo la impresión de una casa sino también su disposición.
La personalidad de una casa, se define por los colores y tonos elegidos para decorar las diferentes habitaciones, incluso antes que los muebles, complementos decorativos, el valor de los cuadros o grabados en las paredes y la elegancia  de las telas.
La importancia del color se debe a que puede modificar sustancialmente las dimensiones e inclusive las formas percibidas de una habitación porque actúa sobre la capacidad de percepción del ojo humano y requiere usar los efectos ópticos relacionados con ella.
Los colores son lo que primero llama la atención y el estado de ánimo de los que entran en un ambiente.

Colores y Personalidad

Son los colores y sus diferentes matices los que evocan sensaciones y emociones de las personas encargadas de la decoración interior, el gusto de quien decide pintar una pared de un color vivaz o de un color oscuro.
El impacto visual del color es evidente dado que la entera cromática se divide en dos grupos de colores, los cálidos (del amarillo al rojo con todos los matices del naranja) y fríos (del índigo al azul y verde).
Los primeros sugieren una sensación de calidez, intimidad y de seguridad aportando una impresión de frescura y amplitud.

No existe una regla única

Ningún color puede ser prohibido en la decoración interior de una casa así como tampoco existe un color especial para un ambiente determinado. De hecho, la originalidad es de quien decora y predispone una habitación para que sea habitada o usada para una actividad determinada.
Las combinaciones que antes se consideraban como reglas rígidas, están perdiendo gradualmente su importancia. Matices concretos asociados a tonos diversos pueden generar curiosos efectos, a veces sorprendentes, que alegrarán los ambientes, convirtiendo la decoración interior en algo menos monótono y, a veces, darán la  ilusión óptica de ser más pequeños y confortables o más amplios y más habitables.
Incluso el optar por una decoración de interiores con predominio total del color blanco, síntesis de todos los colores, o por una en color negro, la falta absoluta del  color, no puede considerarse como una falta de elección, sino como la voluntad precisa de comunicar  una decisión sin compromiso.
Cada color, por lo tanto, debería llevar consigo una voluntad específica de dar una tonalidad precisa al ambiente, describiendo la relación de la casa y el contexto en el que está definida.

Facilidad de redecorar

Si el color de las paredes es el principal responsable de la primera impresión - la más importante - cuando se entra en una habitación, es cierto que también es uno de los más fáciles de definir o cambiar incluso para crear la impresión que deseemos.
No requiere de costosos proyectos de construcción, tales como cambiar el piso o la pared, y una posible renovación se logra en poco tiempo y a precios muy limitados.
Tanto es así que la elección de un nuevo color en las paredes es la forma más fácil para darle un nuevo aspecto a su casa.

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