Imagen, atención en los detalles y funcionalidad son las características indispensables en el diseño y decoración de oficinas. Para un cliente privado estos son los puntos esenciales que deben conjugarse con elementos decorativos adicionales. La tarea del diseñador es prever los escenarios que más se acerquen a una oficina ideal. No existe una receta para diseñar la oficina perfecta: los ingredientes son el espacio disponible, la flexibilidad a la hora de combinar elementos decorativos, el pensamiento o idea preconcebida que se tiene del lugar, el alma que queremos dar a la estancia y el tipo de persona que la utilizará.
Un lugar concreto que debe responder a un cambio rápido y continuo debido a una serie de factores los cuales están relacionados con el desarrollo de tecnologías que están influyendo en los hábitos diarios. Otros elementos fundamentales son los cambios en organización que hacen fijarse en las estructuras de la empresa.
Para decorar una oficina se debe abandonar el enfoque jerárquico para cambiar a una situación dinámica, funcional y flexible, un estilo de vida más abierto a la vida cotidiana y al modo de interpretar nuestra existencia. La flexibilidad en la oficina es la característica que hace la diferencia.
Un lugar concreto que debe responder a un cambio rápido y continuo debido a una serie de factores los cuales están relacionados con el desarrollo de tecnologías que están influyendo en los hábitos diarios. Otros elementos fundamentales son los cambios en organización que hacen fijarse en las estructuras de la empresa.
La oficina tecnológica nos da la posibilidad de organizar y cambiar el curso de la obra, por ello el diseñador debe buscar nuevos materiales, procesos, experimentar nuevos lenguajes informales, poder individualizar diferentes modos de usos y soluciones también económicamente los problemas que puedan surgir. A través de un proyecto inteligente se pueden recrear ambientes confortables que reproduzcan el modelo de la oficina ideal, Sin duda la comodidad, que está codificada por las leyes de la ergonomía, se convierte en un elemento fundamental en nuestra elección.
El diseño de una oficina, despacho o lugar de trabajo debe tener en cuenta todo lo que hemos dicho. En los grandes proyectos se tiene que pensar en zonas y lugares de relax para los trabajadores, espacios abiertos donde compartir y favorecer la comunicación para seguir trabajando motivados. También hay que pensar en lugares donde poder disfrutar del silencio, donde poder concentrarse. No se trata en cada caso de diseñar oficinas pensadas para producir más, sino adecuarlas a los rápidos cambios para ayudarnos a recordar que somos sobretodo seres humanos.
Fotos: Sorpresa.Sm
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