Cuando hablamos de diseño de interiores, especialmente el moderno, el aluminio es el material más empleado por sus ventajosas propiedades que lo hacen adecuado tanto en la decoración de ambientes interiores como exteriores: es versátil, ligero, de tendencia y resistente al calor.
El éxito de este material se confirma por la existencia de acabados que lo imitan: no sólo el aluminio se utiliza como elemento constitutivo actual y elegante en armarios, puertas estructuras de camas, ventanas, patas de sillas, etc, viene incluso inmerso en las superficies de acabados de otros materiales que son lacados con pinturas del mismo color logrando un resultado similar.
El aspecto del aluminio encaja bien con el estilo moderno o contemporáneo, contribuyendo a la decoración de interiores de líneas suaves, de impacto visual no excesivo pero elegante, un ejemplo son las lámparas colgantes en interiores de arquitectura y diseño moderno.
En todo caso la estética es sólo una de las propiedades que más resaltan, el aluminio también es un material que no se oxida por eso se usa en muebles de terrazas y jardines, como sillas, mesas, muchas veces pintados de blanco para darle un efecto victoriano; además se limpia con mucha facilidad, sólo con un paño y no necesita mantenimiento, por eso puede dejarse al aire libre sin preocupación alguna.
Su uso también se aprecia en la fabricación de objetos que transmiten calor como los calentadores de toallas del baño y radiadores.
Su uso también se aprecia en la fabricación de objetos que transmiten calor como los calentadores de toallas del baño y radiadores.
Técnicamente el aluminio se puede aprovechar en las ventanas y puertas; es resistente a los cambios de temperatura y asegura el aislamiento térmico.
Es muy empleado en manijas, hornos, lavavajillas y frigoríficos. El aluminio no es tóxico y por ello se aplica también en los utensilios de cocina, de hecho, su higiene, peso ligero y conductividad térmica son cualidades fundamentales explotadas en ollas y sartenes que pueden garantizar una cocción uniforme.
Es muy empleado en manijas, hornos, lavavajillas y frigoríficos. El aluminio no es tóxico y por ello se aplica también en los utensilios de cocina, de hecho, su higiene, peso ligero y conductividad térmica son cualidades fundamentales explotadas en ollas y sartenes que pueden garantizar una cocción uniforme.
El no oxidarse lo hace apropiado para freír o dorar y ser lavado de manera segura, después de haber sido sometido a un tratamiento de anodización con el fin de evitar que reaccione con ciertos alimentos y hacerlo más resistente a la corrosión.
El aluminio viene generalmente unido a otros materiales antiadherentes usados como revestimientos para poder cocinar de manera sana y segura.
Foto: Lualma, La granda casa
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