Decorar con color blanco el hogar
El color blanco y sus diferentes tonos y matices son ideales para la decoración de interiores, transmiten calma y tiene el efecto de acentuar otros colores o convertirse en el foco de atracción con mucha naturalidad.
Es fácil trabajar con las combinaciones cromáticas cuando se tiene que trabajar con la paleta de blancos por ello es la más usada y amada por los decoradores de interiores.
En la decoración interior las diferentes tonalidades y matices de blanco, color delicado y acogedor, no pasan nunca de moda, mantienen su esplendor con cada tipo de luz y son ideales tanto para hogares con ambientes contemporáneos como en espacios de decoración de estilo minimalista.
El blanco es un color neutro, infalible, acogedor y luminoso en un espacio doméstico, su paleta cromática es muy rica y va desde las tonalidades más frías como el blanco hielo y el titanio a la porcelana. Se puede jugar con las siguientes combinaciones, que siempre resultan efectivas: colores perla con toques de gris o rosa con el blanco panna y capuchino.
En la decoración de interiores el blanco marfil siempre triunfa, color simple, sobrio y relajante, muy usado por los decoradores de interiores por su innata elegancia y capacidad de adaptación a cualquier otro color. El marfil es perfecto tanto para los ambientes pequeños como en ambientes grandes muy iluminados: limitado a pocas tonalidades en espacios pequeños mientras en lugares espaciosos osa alternando con tonos y texturas diversas.
Los blancos marfil se adecuan a todas las habitaciones del hogar pero especialmente van mejor en las salas, en los dormitorios y en los baños: antes que emplearlo en paredes enteras prefiera usarlos en ventanas, puertas y detalles arquitectónicos.
Madera, piedra, granito y en general todas las superficies naturales, son óptimas para decorar al lado de los blancos porque resultan valorizados, de forma alternativa también se puede romper la monocromía del blanco usando acentos de color rojo, terracota y marrón chocolate, o ser un poco más osados usando el turquesa y verde limón.
El tono crema es ideal en los ambientes que ven la presencia de materiales y colores naturales, resultan cálidos y acogedores, combinelos con el azul, verde, ocre y arena para crear atmósferas provenzales o mediterráneas. El blanco bizcocho, en cambio, se combina bien con telas como el terciopelo, o superficies reflectantes como lámparas, candelabros de bronce y marcos dorados.
Fotos: Pianeta donna
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