La regla principal para decorar una casa en estilo rústico es privilegiar los materiales naturales y antiguos, como la madera, el hierro, ladrillo y piedra, con el fin de recrear un ambiente de sabor auténtico que nos transporte a lo tradicional y popular del campo.
El primer material que representa a este estilo es, sin duda la madera. La madera, como un material natural, compacto y homogéneo, es considerada el acabado más cálido y acogedor actualmente existente, así como el más resistente y duradero en el tiempo. La madera se usa principalmente en los muebles, techos y vigas.
El hierro forjado, resultado de un trabajo artesanal que a menudo se transmite de generación en generación, tiene una amplia aplicación en un hogar con decoración rústica; sobretodo en las barandillas, rejas y portones. Y por último, la piedra entre los materiales más utilizados, sobre todo por su resistencia a cualquier temperatura.
En el estilo rústico es obligatoria la irregularidad. Los muebles no están coordinados, las piezas individuales para la decoración de una casa en estilo rústico es mejor buscarlas con paciencia en los mercados de antiguedades o pulgas; pero si seguimos este estilo y no tenemos la posibilidad de buscar y restaurar muebles, trate de no comprar todos los muebles rústicos de manera coordinada.
Otra característica del estilo rústico es insertar en las distintas habitaciones de la casa, muebles y accesorios decorativos de ninguna utilidad, pero esenciales para interpretar el estilo: Una vieja carretilla llena de cojines bordados, cofres, baúles antiguos o troncos, etc.
El color más adecuado en una decoración estilo rústico es sin duda, el blanco tanto para las paredes como la ropa de cama, toques de azul o verde agua pueden ser sugerentes.
En el estilo rústico se prefiere el uso de la chimenea antes que radiadores o sistemas de calefacción modernos; las estufas a pallet son ideales en una casa con decoración rústica.
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