
El mismo tipo de discurso vale para todos los otros adornos que se colocan generalmente en las paredes. En las paredes de la cocina moderna no deben colocarse pinturas, grabados o fotografías de cualquier tipo, a lo sumo un reloj que, sin embargo, debe ser de diseño moderno. Sólo algunos accesorios y porta objetos se pueden colocar en las paredes, pero deben ser funcionales y que se caractericen por líneas simples y muy limpias.
Las paredes de una cocina moderna pueden ser completamente blancas. De hecho, sobre blanco los muebles de la cocina, cualquier color que sean, logran resaltar con toda su belleza y sobriedad. Sin embargo, también se puede pintar una de las paredes de la cocina en un tono más oscuro si el mobiliario es muy colorido y en un tono encendido si el mobiliario es un color neutro. La pared de color puede ser la que está detrás de los muebles de cocina o una de las dos adyacentes a la misma. Por lo general, se evita pintar la pared opuesta a la cocina, ya que el efecto sería demasiado pesado a la vista.
Los azulejos son considerados como el revestimiento perfecto para las cocinas, pero en la cocina moderna no logran encontrar una colocación justa. Los azulejos de hecho, probablemente arruinarían el efecto de homogeneidad que se debe mantener. Por eso, es preferible no utilizar azulejos de cualquier tipo y para cubrir la pared cerca de la estufa es mejor optar por el plexiglás transparente que además de proteger decora con su ligero toque futurista.
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