Las cocinas modernas se componen de estructuras y equipos diseñados para hacer de la preparación de las comidas un trabajo rápido, fácil e higiénico, por eso, sino tenemos claro cómo iluminar la cocina debemos considerar que el tipo de iluminación más idonea debe ser la que asegure el trabajo doméstico, además de poner en evidencia y resaltar las actividades de quien cocina.
La cocina, de hecho, tiende cada vez más a convertirse no sólo en un lugar de convivencia, sino incluso en una suerte de escenario donde el cocinero realiza y muestra sus habilidades: la luz deberá entonces, orientarse hacia la mirada de los invitados durante las operaciones gastronómicas y de los colores de los diferentes alimentos preparados. Para este fin, tendremos que instalar una luz general difusa en el ambiente, distribuida uniformemente en los suelos y frente vertical de los muebles, y una luz localizada en las superficies de trabajo, tales como la mesa, la encimera y el fregadero.
Un aspecto muy importante es la seguridad: una buena iluminación ayuda a prevenir los eventuales accidentes causados por la falta de atención y sobre todo la oscuridad, por eso las sombras, responsables de una visión dificultosa y poco uniforme, se deben revisar.
Las únicas fuentes de luz colocadas en el centro de la cocina, como se hacía en el pasado, generan sombras en las superficies de trabajo: Para corregir este problema, agregue dispositivos de desarrollo lineal, compactos y delgados y que se mantienen a temperatura reducida con el fin de respetar los materiales circundantes. Las ideales son las lámparas fluorescentes lineales con un diámetro pequeño (16-7 mm) o módulos LED, en línea, equipados con disipadores térmicos en la base.
Las únicas fuentes de luz colocadas en el centro de la cocina, como se hacía en el pasado, generan sombras en las superficies de trabajo: Para corregir este problema, agregue dispositivos de desarrollo lineal, compactos y delgados y que se mantienen a temperatura reducida con el fin de respetar los materiales circundantes. Las ideales son las lámparas fluorescentes lineales con un diámetro pequeño (16-7 mm) o módulos LED, en línea, equipados con disipadores térmicos en la base.
En las cocinas modernas se suele encontrar un espacio grande y voluminosos reposteros, armarios y refrigeradores, en fin, toda una serie de contenedores de dimensiones que no se pueden comparar con los clásicos y viejos muebles con puertas y cajones. Estos contenedores requieren una iluminación adecuada en su interior: para salvaguardar la integridad de los materiales y productos almacenados se necesitara instalar sistemas de iluminación con menor generación de calor.
Si desea mayor información puede visitar nuestros articulos: Puntos de luz en iluminación de cocinas e Indicaciones: iluminación de la cocina.
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