La chimenea siempre ha sido uno de los mejores sistemas de calefacción para una sala de estar en casa. De hecho, una chimenea en la sala es capaz de calentar el ambiente en un corto período de tiempo lo que la hace mucho más cómoda y acogedora. Además, la calidez que confiere no sólo es cuanto la temperatura sino al plus y toque que le da a la decoración. En las salas con chimeneas estas ofrecen calidez, y con su sola presencia dan el aspecto de una habitación acogedora donde uno se siente a gusto y donde se puede pasar momentos de relajación absoluta. Todo lo antes dicho también se aplica en las chimeneas hechas en estilo clásico y rústico donde los principales materiales de la estructura son la piedra y ladrillo y los soportes o inserciones son de madera. Se trata de chimeneas muy grandes, a menudo acompañadas de accesorios de hierro forjado que recuerdan mucho a los accesorios que antiguamente usaban nuestras abuelas. Se trata de sistemas de calefacción sin tiempo, excelentes para ambientes clásicos y tradicionales.
En la actualidad hay chimeneas en estilo moderno que aportan mucho calor, sin embargo, en cuanto a la estética son frías y minimalistas. Las chimeneas de estilo moderno se empotran directamente en la pared de la sala de estar, que luego se cierra con una placa de vidrio. Cuando están apagadas casi parecen televisores de pantalla plana, porque en su mayoría tienen un marco de color blanco, gris o negro. Es una solución perfecta para la decoración interior de una sala moderna, elegante y minimalista. En este tipo de chimeneas une el pasado y presente, dando como resultado elementos únicos y excepcionales para nuestra sala de estar.
El diseño contemporáneo también produce chimeneas en formas originales como paralelepípedos, hechas enteramente de vidrio que se colocan directamente en el centro de la sala. Estos sistemas de calefacción son capaces de decorar el ambiente con su mera presencia, ofreciendo un aspecto futurista a la sala sin dejar de lado la elegancia y calidez.
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