A la hora de elegir los colores de paredes, muebles y elementos decorativos como alfombras, cortinas, lámparas, cuadros es importante que tenga en cuenta diversos factores:
El más importante es la funcionalidad de la casa en los diferentes ambientes como la cocina, los baños, dormitorios, salas, oficinas, comedores ya que cada uno de estos espacios tiene sus propias características y por lo mismo exigencias al momento de decorar.
Sin embargo existen reglas generales que es bueno saber, es obvio que cada una de éstas se puede infringir para crear algo nuevo y original; pero para elegir bien no debemos improvisar, sino cometeremos errores no deseados. En la decoración de interiores no es bueno dejarse influenciar demasiado por la moda del momento.
Los colores, como ya hemos visto en otros posts, influyen en nuestro estado de ánimo e incluso en nuestro metabolismo. Se ha demostrado científicamente que el color rojo y naranja tiene un efecto de aceleración en nuestro sistema cardiovascular, pero obviamente no se puede elegir los colores de la decoración de interiores sólo en función de estas consideraciones, aunque siempre es bueno buscar nuestro bienestar.
Otro factor importante es la influencia que los colores se ejercen entre si, es decir, que se condicionan unos a otros, por ejemplo: si en la decoración interior de un salón acondicionamos un sofá color rojo intenso en una casa con muebles de color blanco puro, a simple vista parecería una solución alegre y divertida que creará un fenómeno de contraste sucesivo, es decir un fenómeno visual por el que una exposición intensa a un color nos conduce a la sensación de ver su complementario, en este caso el rojo es el color primario y los receptores ópticos crearan de manera automática su complementario, el verde buscando equilibrio.
Otro factor que se debe tener en cuenta es el contraste simultáneo, es decir, la habilidad del órgano de la vista para cambiar los aspectos del color por la influencia de los colores limítrofes. Esto se produce cuando los colores se ven al mismo tiempo, por ejemplo: si nos fijamos en un objeto naranja y uno azul, tu ojo creará un halo de luz naranja al objeto azul y viceversa.
Otro factor que se debe tener en cuenta es el contraste simultáneo, es decir, la habilidad del órgano de la vista para cambiar los aspectos del color por la influencia de los colores limítrofes. Esto se produce cuando los colores se ven al mismo tiempo, por ejemplo: si nos fijamos en un objeto naranja y uno azul, tu ojo creará un halo de luz naranja al objeto azul y viceversa.
Cuando se elijan colores complementarios en la decoración de interiores será difícil de armonizarlos, pero con un método se podrán lograr ambientes vitales y armónicos.
Es más fácil elegir decoraciones con contraste de tonalidades, es decir, entre colores claros y oscuros, que decorar con colores de la misma gama o cercanos en el círculo cromático como el naranja, marrón y el crema que tienen como base el mismo color.
De todo lo dicho se puede concluir que lo importante en una decoración es elegir de manera adecuada, y según nuestras características psicológicas, los mejores acabados y elementos decorativos. Además ningún color puede ser evaluado al margen de su entorno.
Fotos: Arki Design
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