La entrada, ingreso o pasillo de la casa es un espacio que no siempre se presenta de la misma manera; puede ser alargado y conducir a la sala a través de un corredor, puede presentarse como una habitación pequeña o puede ser un espacio directamente en contacto con la sala de estar. En cualquier caso, la función del pasillo es dar la bienvenida y ser el camino que lo guiará al corazón de la casa, no se trata, entonces, de un simple ambiente donde detenerse a la espera de entrar a la sala de estar, sino un espacio que merece una atención adecuada comenzando por las paredes. Por eso a continuación le daremos algunas ideas de cómo pintar la entrada de una casa.
Además de la elección de los colores es un anticipo de lo que se verá en el ambiente circundante. La entrada o pasillo debe ser tratada igual que todas las demás habitaciones de la casa y también los colores de las paredes tienen que lidiar con todo lo demás. Por ejemplo, si la entrada está en contacto directo con la sala trate de evitar un efecto de choque de colores no coincidentes entre la entrada y la sala. Si en cambio la entrada es un espacio separado, definitivamente tendrá más libertad en la elección de colores. Lo importante es tener en cuenta que, sea como sea la estructura, la entrada es un espacio de transición que conduce a otros lugares, y necesita color que, por lo menos este en sintonía con la sala, a fin de no crear un efecto demasiado brusco al pasar de un ambiente a otro.
Por supuesto, los colores que elija para las paredes imprimirán carácter y sensaciones diferentes al ambiente y las posibilidades varían de acuerdo a sus gustos. Sin embargo, debe tener en cuenta que por lo general la entrada de la casa, sobre todo si se trata de un corredor o un espacio pequeño, es un lugar que no recibe mucha luz, ya que la mayoría de las veces no tiene ventanas, y es por lo tanto necesario reflexionar bien sobre la elección de los colores de las paredes. Mejor es elegir colores claros y tonos pastel a los tonos más oscuros y encendidos que podrían hacer su entrada oscura y tenue.
Los tonos amarillos y anaranjados son colores perfectos porque crean ambientes acogedores sin oscurecerlos demasiado.
El blanco es considerado como el más extravagante aburrido y anónimo, sin embargo esta vez puede ayudar a mantener su espacio abierto y luminoso y sólo habría que centrarse en los accesorios y la decoración para evitar el peligro de crear un ambiente estéril y carente de calidez.
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